La piel enrojecida y con comezón puede ser irritante, dolorosa y embarazosa. Los salpullidos pueden deberse a muchos factores, como la exposición a ciertas plantas o las reacciones alérgicas a un medicamento o a un alimento. El eccema y la urticaria, ambos relacionados con las alergias, son dos de los tipos más comunes de erupciones cutáneas.
El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es una afección cutánea común que se caracteriza por inflamación, enrojecimiento y picazón. La prevalencia de la dermatitis atópica es alta y afecta hasta al 20% de los niños y hasta al 10% de los adultos.
El eccema a menudo es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Las personas con antecedentes familiares de enfermedades alérgicas, como el asma o la rinitis alérgica, pueden ser más propensas a desarrollar eccema, lo que se conoce como «eccema atópico».
Si su afección cutánea es el resultado de una alergia, un alergólogo puede diagnosticarla y tratarla para que pueda vivir la vida al máximo.