La desensibilización, también conocida como inmunoterapia con alérgenos, es un tratamiento médico que reduce las reacciones alérgicas con el tiempo al entrenar al sistema inmunitario para que tolere alérgenos específicos. Es particularmente eficaz para las personas con alergias graves al polen, los ácaros del polvo, la caspa de las mascotas, las picaduras de insectos y algunos alimentos.
El proceso consiste en introducir dosis pequeñas y controladas del alergeno en el cuerpo mediante inyecciones, gotas o tabletas. Estas dosis se aumentan gradualmente durante semanas o meses, lo que permite que el sistema inmunitario se adapte sin provocar una reacción alérgica total. Esta exposición gradual ayuda al cuerpo a desarrollar la tolerancia, lo que reduce significativamente los síntomas cuando se expone al alergeno en la vida diaria.
El tratamiento se lleva a cabo en dos fases: acumulación y mantenimiento.
La fase de acumulación implica una exposición regular a dosis crecientes del alérgeno, mientras que la fase de mantenimiento mantiene esta exposición a un nivel constante. El tratamiento suele durar de tres a cinco años para obtener beneficios duraderos.
Reducir la actividad de los anticuerpos IgE específicos de alérgenos y aumentar la producción de anticuerpos bloqueadores. También aleja las respuestas inmunitarias de las vías alérgicas, lo que ofrece un alivio a largo plazo.
Este tratamiento es ideal para quienes no responden bien a los medicamentos o desean reducir su dependencia de ellos. Sin embargo, siempre debe administrarse bajo la supervisión de un alergólogo para garantizar la seguridad y la eficacia.